Canto o pierdo. Parte II

El Sol ardiente comenzó a despertarme en cuánto salió tras la montaña. No recordaba muy bien cómo había llegado a casa, pero no era nada anormal puesto que siempre que daba algún concierto terminaba trasnochando todas las noches. Por el cansancio, imaginaba que por ello no lograba recordar las caras de los clientes, ni siquiera recordaba qué pasos di, qué canciones emití a través de mi voz. 


Yo no acostumbraba a beber alcohol, por lo que Mary, mi compañera de trabajo que es camarera de barra suele decirme que debería de ir a algún lugar para que me lo miren. Y quizá debía de hacerlo, pero... en realidad yo me sentía feliz así. Feliz hasta que, hoy, tras haberme puesto el batín y dirigirme a la cocina para prepararme un vaso fresquito de agua, con una rodaja de limón, mi móvil captó mi atención con su alumbre. Alguien con cuyo teléfono no había guardado me había mandado un mensaje de voz. Era la voz de un hombre... que parecía, por su tono, mucho más mayor que yo. 


''Gracias por haberme dado tu número de teléfono, estuviste fabulosa anoche'', decía su voz grave con un toque seductor.


No podía ser. Yo odiaba dar mi número de teléfono a nadie y el caso de tratarse de clientes, con más razón, porque sabía que cualquiera que me viese, tendría expectativas sobre mí que no serían realistas y además, estarían muy lejos de quién soy yo realmente. Sólo esperaba no haber cometido ninguna locura, haber sido responsable y... sí, creo que iba a tomarme más en serio los comentarios de Mary, debería de ir al médico.


Aunque me quedé por unos segundos algo bloqueada mirando mi pantalla, mis ojos cambiaron de enfoque. Miré el vinilo que mi madre, Margaret decidió regalarme por el día de mi cumpleaños y coloqué un disco de ''The Beatles''. La música comenzó a escucharse, mi corazón volvía a latir con la frecuencia que solía sostener diariamente y a ese ritmo, cogí una aspiradora... y me puse a limpiar. No hay nada mejor que volver a una misma, limpiando y bailando. 



Escrito por: Ainoa Bravo Rodríguez

                                                                        Bailando conmigo



Comentarios

  1. Si bailas así en casa no quiero tu número, quiero tu dirección :P

    Dulces besos Ainoa y dulce fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta como se va desarrollando la historia, bailar nos da la alegría que nos permite seguir con esa chispa el día día. Besotes espero que todos estéis bien .

    ResponderEliminar
  3. Eso es empezar bien el día, te muestras tal cual y eso es importante.
    Bien por ese baile 👏👏
    Un abrazo y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  4. Baila! Baila! Vive a vida intensamente...
    Sorri ao amanhecer... seixa que o sol te envolva, afasta as sombras,
    esquece as coisas tristes... e sê feliz!...

    Besos!

    ResponderEliminar
  5. me encantó,sobre todo el final !!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares