Con la compañía única del fuego (II)

Muchos hablan del silencio como si estuviesen familiarizados con él. Pero son pocos los que conocen el verdadero silencio, ya que lo que dominan mas bien en sus mentes es el mutismo. Suele ser confundido por los pensamientos, por eso a veces quieren huir de él. Las personas no tememos al silencio o a la soledad, nos aterrorizamos nosotros mismos al oír nuestros pensamientos, nuestro juicio. Si de verdad estuviésemos percibiendo el silencio, entonces podríamos ser capaces de escuchar un aullido que no deja llamar nuestra atención por muy debajo de todos esos pensamientos que tan mal nos hacen sentir a veces.

Ahora mismo, estoy en ese estado de tranquilidad donde lumbre baila. Trata de comunicarse, de transmitir sabiduría con sus vibraciones. Los niños, han logrado conciliar el sueño a pesar del hambre, y es asombroso lo pronto que mi bebé se está acostumbrando, aclimatando a este estado de hambruna, ya que apenas solloza, apenas pide nada.

Cojo una tela algo alternada que es capaz de tapar mis hombros. Me levanto de la cama, camino y miro ligeramente el cielo de esta noche, está despejada. Orion está encima de nosotros y la Luna es llena, tan rebosante que parece asegurarnos la calma esta noche. Mañana esa seguridad puede que ya no coexista con nuestras vidas. 

Con sólo girar un poco el rostro y visualizar lo que hay dentro de mi entorno, puedo ver todo cuánto tenemos. La encimera de la cocina, es de piedra y encima de ésta hay un gran cuenco blanco que sirve para limpiar los cuencos de metal que utilizamos para comer. Adoro poder usarlos. Ese pequeño momento del día no me disgusta, por lo menos si hemos logrado obtener fuego para calentarnos porque así también de paso aprovecho, entibio en una olla agua para poder fregar a una temperatura que no haga que mis manos lleguen a resentirse e imagino que todos los días puedo hacer esta labor, aunque pronto se extinga. Es un alivio, sobretodo porque me paso todo el día con las manos heladas y tengo ampollas que no parecen desaparecer nunca. Lavar mis manos y las de mis hijos, me llena de fuerza para enfrentar el trabajo de un día más.

La luz ténue me apacigua. Apoyo mi espalda en la pared, trato de no pensar demasiado en cómo llegué hasta este lugar, en cómo se concilió esta situación dentro de mi vida. Pero por mucho que trato de alcanzar el silencio imaginando mis manos bajo el agua templada, el estruendo de la bala que se adentró en el cuerpo de mi marido me consigue acechar. Y de nuevo toda esa fuerza que parecía crecer en mi interior se ve amenazada por el miedo.

Texto escrito por: Ainoa Bravo Rodríguez
Textro 

Comentarios

  1. Qué relato tan triste... A mí el silencio me suele gustar. Aunque no constantemente, claro. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. Qué preciosidad de texto... la angustia y el frío que traspasan las letras.
    Bss

    ResponderEliminar
  3. Tremendo relato Ainhoa! me ha encantado!

    ResponderEliminar
  4. Hola Noa, personalmente no creo que sea triste el texto, más bien es un texto lleno de esperanza, porque ese silencio que nos describes solo puede entenderse desde la verde esperanza lorquiana...que lujazo es leerte, solo es comparable al desear que estés bien mami...
    Pasa buena tarde, besos de colores...

    ResponderEliminar
  5. A mi el silencio me suele gustar, pero...no todo el rato
    es muy triste
    saludos

    ResponderEliminar
  6. Un texto que nos ha removido, triste y reflexivo. hay clases de silencio, a mi gusta el bullicio, los sonidos, la música, las carcajadas, pero adoro el silencio el que escucho cuando estoy sola, el que comparto a ratos, el te lo dice todo. Un abrazo preciosa

    ResponderEliminar
  7. El silencio deberíamos apreciarlo mucho más ..es el único sonido que nos dice la verdad , en él se esconden tantos momentos solo necesitamos atenderle un poco y él nos desvelará la verdad.
    Precioso relato donde tus letras nos hacen pensar en la soledad , el frío y esas manos que tanto aún deben dar.
    Abrazos Linda Noa muakkkkkk.

    ResponderEliminar
  8. A pesar de que soy muy festera, necesito el silencio de vez en cuando, es un relax que me permite estar conmigo misma y conocerme mejor.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Es impresionante como escribes, lo que haces sentir, tocas el alma...

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  10. Desgarrador relato.

    Yo extraño el silencio.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Muchas sensaciones hay en tu relato, no solo ese miedo.

    Dulces besos Ainoa y dulce semana.

    ResponderEliminar
  12. Te ha salido un relato bastante meláncolico, me gusta tu manera de transmitir.
    Adoro el silencio, es supernecesario en mi vida y no entiendo que la gente huya de él. Escucharse solo a una misma es un ejercicio que hay que practicar a diario.
    BEsos.

    ResponderEliminar
  13. Muy bueno, Noa. Misterioso, ancestral y con gran giro final.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Del silencio profundo y reflexivo a una esperanza sutil para terminar con un aterrorizante sentimiento. Espera esta segunda parte, ya que esa dulzura y amor desbordantes que sentí en la primera, pese a la situación desesperada me enganchó (y eso no es algo que me ocurra a menudo). A penas me diste un atisbo de esa tranquilidad esperanzadora, fue todo un viaje este texto, con giros inesperados.

    Aguardaré por la continuación.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Tremendo y maravilloso. Emociones y temores que se hilvanan entre sí con una actitud de lucha que mitiga silencios y ausencias…

    Un placer leerte, amiga. Me encantó…

    Bsoss, y feliz noche.

    ResponderEliminar
  16. ¡Hola hola!
    Ains que por poco se me escapa una lagrimilla , FÁNTASTICO
    🐾Te espero por el rincón de mis lecturas, un besote

    ResponderEliminar
  17. Bueno!!!! Pedazo de relato. Magistral.

    Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  18. Me ha encantado tu forma de entrar en los sentidos de quien te lee, es un relato triste, pero con una connotación de alivio que no te margina a esa tristeza.

    Sorprendido me quedo en tus letras.

    ResponderEliminar
  19. Hola!
    Sin palabras me has dejado con tu relato, escribes precioso y transmites cada sentimiento con tus palabras.
    Un beso

    ResponderEliminar
  20. esta bueno, he leido el 1 y ahora el 2, tiene un hipnotismo digno... y ese final te la deja picando

    ResponderEliminar
  21. ¡Hola, Noa! ^^

    Oh, por favor *.* Ya sabes que me encanta leer los relatos que compartes, pero es que este me ha parecido bonito porque sí. Así de sencillo. Es triste, es duro y evoca un tiempo realmente crudo. Pese a todo, es bonito. Es bonito porque, como dices, solemos castigarnos con el silencio, aunque dentro de nuestra cabeza los pensamientos quemen. Y queman, por Dios que queman, porque acallarlos es imposible.
    Me ha parecido desgarrador el punto en el que hablas de la mujer que tiene las manos heladas. Una forma de hablar de lo mal que les va más que perfecta, Noa. De verdad, espero más relatos :)
    ¡Un besazo muy pero que muy grande y que pases un maravilloso fin de semana, guapísima! ^^

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares