Con la compañía única del fuego. (I)
Estaba tapada, pero no sólo con sus ropajes tapaba su cuerpo. También escondía, trataba de disimular quién era ella, qué esencia tenía su alma. La humildad cuándo es demasiado extrema, también puede suponer una carga o incluso la razón de no conseguir poder sacar sus cualidades. Está bien no sentirse mejor que nadie, pero nunca infravalorarse o temer amarse de cara a sus semejantes por miedo a que se le pueda ver con ojos erróneos.
Hacía mucho frío, aunque a pesar de él algo cálido le acompañaba y hacía sentir un escalofrío familiar, cercano. Absorbía esa sensación toda su atención, incluso cuándo el paisaje era merecedor de su enfoque.
Era muy pesado y cansado caminar. Le dolían muchísimo los pies de pasar tantas horas trabajando de pie, sin darse una leve pausa de descanso. Su calzado estaba hecho de esparto, pero en la actualidad se deshacía en algunas esquinas, dejando huecos que apenas pudo conseguir tapar sin mérito con una preciosa fíbula que su abuela de niña le regaló. Este pequeño broche con carácteres egipcios era de vital importancia para ella. Siempre creyó en él, le daba fuerza como un talismán y era lo único que tenía de su sabia madre mayor.
Continuó su apedregado sendero empinado, soportando el dolor con la fuerza que sabe que tiene, y sabe muy bien por quién la tiene. Es fácil poder perder el sentido muchas veces, a no ser que tu sentido sea tu mayor responsabilidad y no puedas permitirte perderlo, sino que mas bien te veas con la obligación, con el gran deber de hacer que ese sentido crezca. Es así como trata de sanar diariamente con esfuerzo a pesar de que sus manos, sus piernas, las caderas, los pies entumecidos... sean su martirio físico.
Una parte de su corazón abrió la puerta justo cuándo le quedaban diez pasos más por dar. Se asomó, intuyendo la llegada de su madre, gracias al repiqueteo, la música que las piedras tienen cuándo ésta las pisa. Estaba ansioso por abrazarla y por fin lo hace tras tantas horas sin poder estar con nadie más que su hermana menor, de sólo un año y medio. Es un valiente guardián de la casa, un valiente hermano mayor de tan sólo seis años.
Hoy puede ser un buen día. Como es un año nuevo, pudo conseguir mermelada, pan, queso y un poco de leche. Lo consiguió gracias a una carta que mandó para que enviasen a una damisela, emprendiese su camino de dos días. Ha sido muy duro... , el pueblo está demasiado lejos. No tiene la ayuda de ningún vecino, no los tiene. Sólo sueña con poder sacar a sus hijos de allí algún día y que no les falte comida nunca más. Pero es demasiado duro y su cuerpo, parece por momentos fallarle.
- ¡Mamá! - El pequeño Ethan abraza a su madre con ternura, sin apretar. Tiene miedo de que se rompa por lo delgadita que está. Es de una tez muy muy blanca, y cuánto más viaja, más nota que su pelo comienza a tener el mismo color por días- He conseguido un poco de leña, y por fin he aprendido a hacer fuego para que podamos estar bien calentitos -.
A Ruthy, se le enterneció el corazón. Con sus huesudas manos llenas de heridas, acariciaba el pelo liso, largo y castaño de su niño con todo el amor que podía entregar un suspiro.
- Gracias, mi amor... -.
Hacía mucho frío, aunque a pesar de él algo cálido le acompañaba y hacía sentir un escalofrío familiar, cercano. Absorbía esa sensación toda su atención, incluso cuándo el paisaje era merecedor de su enfoque.
Era muy pesado y cansado caminar. Le dolían muchísimo los pies de pasar tantas horas trabajando de pie, sin darse una leve pausa de descanso. Su calzado estaba hecho de esparto, pero en la actualidad se deshacía en algunas esquinas, dejando huecos que apenas pudo conseguir tapar sin mérito con una preciosa fíbula que su abuela de niña le regaló. Este pequeño broche con carácteres egipcios era de vital importancia para ella. Siempre creyó en él, le daba fuerza como un talismán y era lo único que tenía de su sabia madre mayor.
Continuó su apedregado sendero empinado, soportando el dolor con la fuerza que sabe que tiene, y sabe muy bien por quién la tiene. Es fácil poder perder el sentido muchas veces, a no ser que tu sentido sea tu mayor responsabilidad y no puedas permitirte perderlo, sino que mas bien te veas con la obligación, con el gran deber de hacer que ese sentido crezca. Es así como trata de sanar diariamente con esfuerzo a pesar de que sus manos, sus piernas, las caderas, los pies entumecidos... sean su martirio físico.
Una parte de su corazón abrió la puerta justo cuándo le quedaban diez pasos más por dar. Se asomó, intuyendo la llegada de su madre, gracias al repiqueteo, la música que las piedras tienen cuándo ésta las pisa. Estaba ansioso por abrazarla y por fin lo hace tras tantas horas sin poder estar con nadie más que su hermana menor, de sólo un año y medio. Es un valiente guardián de la casa, un valiente hermano mayor de tan sólo seis años.

- ¡Mamá! - El pequeño Ethan abraza a su madre con ternura, sin apretar. Tiene miedo de que se rompa por lo delgadita que está. Es de una tez muy muy blanca, y cuánto más viaja, más nota que su pelo comienza a tener el mismo color por días- He conseguido un poco de leña, y por fin he aprendido a hacer fuego para que podamos estar bien calentitos -.
A Ruthy, se le enterneció el corazón. Con sus huesudas manos llenas de heridas, acariciaba el pelo liso, largo y castaño de su niño con todo el amor que podía entregar un suspiro.
- Gracias, mi amor... -.
Texto escrito por: Ainoa Bravo Rodríguez
2018... . No sé si darle importancia o no al año, al tiempo medido. Creo que prefiero darle más importancia a la unión que parece formarse en estos días por tantas personas. En estas fechas, parece que exista una alta frecuencia de consciencia, posiblemente de ganas, ''de querer realizar'', de ''querer creer en uno mismo''. Anhelo la posibilidad de que esto, pueda suceder en días más austeros, pero nadie ha dicho que pierda la esperanza de que eso pueda ocurrir, por lo menos, según en lo que me entorne; con quién.
Hace mucho tiempo que no os ofrecía una historia y... he pensado que ya iba siendo hora de entregaros aunque sea alguna por capítulos. Tengo otras historias que se van escribiendo a mano, pero considero que os hago esperar demasiado, así que, por eso os quería entregar este regalo aún por terminar, por descubrir.
Os conté hace unas entradas de mi estado, pero... ¿os conté que es un niño mi retoño? Ahora ya lo sabéis. Su nombre será ''Lyon'' (como muchos no lo saben y me lo cuestionan, os cuento que se pronuncia ''Layon'' y procede de ''Lionel'') en nuestro caso, quisimos agregar la ''y'' porque nos gustaba más, queríamos hacer que fuese más único.
¿Cómo habéis estado pasando las fiestas? Aún nos queda la noche de Reyes y zampar roscón... ¿os cabe algo más en la tripita?
¡Feliz año 2018!
Feliz Año, Noa.
ResponderEliminarMil besitos para tu noche.
He recibido todos esos mil besitos. Gracias Aurora <3
EliminarBuena observación sobre la unión que se da en ciertas fechas.
ResponderEliminarEstá bien que empieces una historia por capitulos.
Un especial abrazo.
Hola mi precioso Noa , primero felicitarte el Año Nuevo , este será distinto de todos los demás ya que tu bebé ( niño) nacerá y con él te llenará mucho más tu vida. Gracias por compartir los momentos tan mágicos , me da mucha , mucha alegría .
ResponderEliminarY tú relato que nos has ofrecido que decir lleno de ternura se nota la hormonas jajaaj .
Un abrazo pero no fuerte para achucharte mucho ..Un besazo cielo cuidate mucho .
Yo también percibo en estas fechas esa energía en común, y es que así en verdad sucede, todos centrados en algo que une. Que Lyon (león también en inglés) te traiga lo mejor de este 2018, mucha felicidad.
ResponderEliminarDulces besos Ainoa.
Feliz año, seguro que llega cargado de oportunidades para entretenernos, seguro que solo tenemos que poner un poco de ilusión para que los planes salgan adelante. Gracias por compartir lo bonito que escribes, Un abrazo
ResponderEliminarHola Noa, el año siempre está lleno de historias inacabadas, la vida en si, siempre es una historia sin final, tu niño te ayudará a empezar otra nueva historia, deseo que sea la que te mereces, tú te mereces tanto que espero que la vida con sus historias pague la deuda que tiene contigo..
ResponderEliminarBuen día, besos y más besos.
¡Hola corazón!
ResponderEliminarQué texto tan sumamente bonito, en serio. Me ha gustado muchísimo y la parte del final del chico con la madre... ay! Qué tierno, la verdad. Me gustaría seguir leyendo más acerca de esta historia, si la alargas y tal la seguiré. Aunque a modo de microcuento queda genial :) ¡Muy de esta época!
En cuanto al nombre de tu hijo, me parece super especial y bonito. En serio, no puede ser más original! Te deseo lo mejor lo que queda de fiestas y de año, claro está! A mí me cabe poco ya en la barriga con tanta comida en estas fiestas, pero el roscón siempre entra... jeje.
Un super beso,
Bohemian Creative.
Mari :D
Primeramente: Felicitaciones por tu niño. Mis mayores bendiciones de salud y bienestar para su desarrollo y tu embarazo. Qué los dones más grandes se posen sobre tu familia. Me alegra por ustedes.
ResponderEliminarSegundo: Muy feliz año. Seguro será uno que marcará tu historia y traerá mucho aprendizaje y experiencia, a su ve, que muchas cosas por contar.
Tercero: Me alegra leer una historia tan enternecedora, tan llenita de amor. Gracias. Estaré pendiente de su continuación.
Muchos abrazos.
Feliz año querida Noa. Feliz en muchos sentidos. 2018 va a ser un año de grandes experiencias para ti. Que lo disfrutes al máximo.
ResponderEliminarUn beso.
Andoni.
Feliz año! Un besazo
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