Su presencia ausente.

El aire fluía entrando por la ventana fresca de ideas. Pensamientos cálidos que se bloqueaban por ese mismo estado de heladez que despertaba o apagaba los sentidos según se le antojaba.
- Abuelo, creo entender la vida a veces, pero en otros momentos me planta delante una cuestión más difícil que la anterior por responder... -.

De su pipa sacaba un humo pestilente a la vez que fijaba su mirada en mí. Sólo movía sus labios, atento, haciéndome dudar a su vez de esa atención que parecía darme; porque no respondía. ¿Me escuchaba en estado consciente? ¿Estaba aquí conmigo ahora mismo? Estuviese o no, seguí comunicándome con él esperanzada de que estuviese cerca, en algún recóndito lugar de su mente, pero cerca.

- ¿En cuántos momentos distintos de nuestros años, tenemos que perder? En el proceso de alguna pérdida, alcanzamos a reconocer un posible plan que en algunas situaciones creemos haber conseguido descifrar... - Una ola de emociones causan escalofríos en mi columna. ¿Ha pestañeado? Palidezco y mis manos empiezan a temblar- ... ¿Crees que la justicia está ligada con la pérdida? ¿Cuántas veces has perdido tú, abuelo?-.

Seguía boqueando como un pez su pipa, dándome un eterno silencio. No está, no está conmigo... .

- ¿Dónde estás, abuelo? -. 

Entonces despertó, separó su pipa unos segundos dejando ver una mancha marrón, causada por el tiempo y la pequeña chimenea. 

- ¡Ehh! Pues en la plaza Magdalena, ¡¿que no la ves?! -. 

Una gran tristeza me invadió, no tenía una respuesta para eso. Desesperanzada me levanté de mi asiento, me acerqué a su vera y le transmití un beso respetuoso en su frente. Su pipa volvía a estar conectado en el mismo lugar que en el principio. 
Le di la espalda dispuesta a irme a otro lugar que me animase. Entonces, justo cuándo di varios pasos alejándome, con la voz rota susurró:

- Sólo tengo 19 años. A veces olvido todo lo que he perdido y aprendido... -. 

Texto escrito por: Ainoa Rodríguez Bravo

Buenos días... hoy, un frío Sábado por la mañana. Seguro que muchos de vosotros estaréis aprovechando éste libre día laboral junto a la chimenea, tapados entre mantas, junto a una estufa para aquel que no tenga chimenea... o todo lo contrario; para el que sea camarero o el que tenga que hacer unas horas extras. Os encontréis en la situación que os encontréis, espero que vuestro día sea muy bonito.

Personalmente, desde el Jueves por la noche tenía ganas de sentarme para poder hablar un poco con vosotros y contaros que he sufrido una decepción muy grande. ¡Pero tranquilos! Nada que ver con las Editoriales. Por el momento éste punto sigue en pie tal y como os comenté... . La situación es otra.

Dos personas que me habían dado una oportunidad. A posteriori, éstos me dejaron un comentario de halagos excepcionales. Y aquí llega mi decepción... .

A pesar de lo ''buena trabajadora'' que he sido, los cumplidos que me he llevado o la necesidad que he causado. Después de elevarme al cielo, me pegan una patada contradictoria metiéndose con mi capacidad. Pero, esperad, ''Que no se habían explicado bien. Que no era un problema de capacidad... pero sí lo era, porque él tampoco habría alcanzado a llevar todo de ese departamento''. Pero yo sí lo estaba llevando todo, ¿a qué venía ésta lluvia? Seguro que lo entenderéis tan poco como yo. 

Después de ésto, aún esperaban a que no me negase a trabajar para ellos en otros perfiles o que diese buenas menciones de ellos en mis libros... . 

Porque sigo siendo virtuosa según ellos. Según yo, sólo soy un imán para los aprovechados... .

Muchos de vosotros sé que me entendéis cuándo digo que muchos empresarios se quieren aprovechar de nosotros o de las personas que están mas bien conectados a quienes somos, dándonos apoyo; nuestros lectores, seguidores, familia, amigos... . Tantean el terreno con palabras bonitas, para ganarse nuestra confianza y conseguir que los mencionemos o que hagamos pequeños trabajos con sus redes sociales para ellos; de manera gratuita. Todo está tan estratégicamente calculado que me dan náuseas. 

Desde aquí no los menciono porque sé que no hace falta, sois lo suficiente listos para saber a qué me refiero y a quién. También sabéis que no doy nombres por respeto y que las indicaciones, pues son las que son. Ya me entendéis. 

También, ''aviso'' a todas las empresas. Conmigo no vais a conseguir jugar, ni conmigo ni con mi casa que es ''Hidden Words'' y de la cual tomáis por un escaparate gratuito. En mis negocios, nadie va a meter su nombre o el hocico a no ser que yo de mi consentimiento por muchas palabras bonitas que me deis. Y el jugo que tengo, sólo será la vitamina que quiero que tengan mis amigos, mis lectores, mis seguidores, mi familia y la persona que me tiene lealtad. De los demás... los que sólo queréis estar cerca por interés sólo os diré una cosa más; con los míos puedo ser muy paciente, pero al polvo lo quito y la mugre la barro muy pronto. 

Que nadie os hagan que creer que no tenéis la ''capacidad'' suficiente para hacer algo sólo porque se vean amenazados con todo lo que tenéis, aviso. Hay quienes sólo te quieren ver caer para brillar por encima de ti, lo he dicho y escrito cientos de veces... . Cuándo os topéis con alguien así marcad los límites necesarios; porque tenéis el derecho de transmitir lo que no creéis que es justo, tenéis derecho de decir que ''no'' queréis que se aprovechen de vuestro trabajo y que ''no'' queréis que os traten como un número. 

De verdad, escribo ésto porque considero que es de vital importancia que no jueguen con nuestras ilusiones. Ya de por sí el trabajo de un escritor puede ser difícil por el poco dinero que podemos recibir ya que dependemos de las ventas o clientes, clientes que por cierto a veces nos piden escribir lotes de artículos por una miseria. 

¿Y por qué es difícil? Porque los escritores tenemos esa empatía de la que se pueden aprovechar muchas plagas y tendemos a hacer favores sin control. Hasta que no nos pegan la patada en el culo cuándo ya no les servimos, hasta que no revientan nuestro corazón de la manera más brusca... no nos damos cuenta de que después del primer favor que hacemos, vendrá el segundo, después el tercero y así continuamente por el cariño que podemos coger, pero que jamás agradecerán ese tiempo que hemos dado alternativamente a las horas oficiales que pedían. 

Creo que pensaréis que estoy cabreada por el modo en el que me estoy expresando, pero no, estoy dolida. Dolida porque había plantado mi confianza en esas personas, personas que creí que eran ya lo suficiente adultas como para ya ser honradas conmigo, con ellos mismos. Pero no ha sido así... y me daña saber que ésto no sólo me pasa a mí, sino a muchos de los que nos esforzamos cada día aquí. 

Pero bueno... dejaré ésto ya en segundo, cuarto o al plano más hundido de mis recuerdos. No vale la pena hacerse mala sangre. 

Éstos días... estoy leyendo ''El nombre de la felicidad'' de María de Jeunet. Bueno, en realidad he leído muchos más libros, pero prefiero mencionar aquellos que me llenan más. Que por cierto, es ''Bohemian Creative'' quién me hizo éste pedazo de regalo. Ya sabéis cuánto adoro a ésta mujer. 

Pronto os dejaré mi opinión del libro.

Ayer... comencé a ver ''Frida'' también. La dejé a medias, tuve que pararla porque tenía ciertas obligaciones por la tarde y por la noche no la seguí viendo porque me dio por seguir leyendo. Así que hoy, aprovechando ésta lluvia y el frío que nos obliga a tomar muchos té's, cafés o chocolates calientes terminaré de verla y también os contaré qué tal me parece. 

¿Y a vosotros qué os parece éste frío? ¿Os pone sensibles tanto como a mí?