I. Concurso nueva palabra ''Criptear''. (Votaciones ABIERTAS)
Bueno, bueno. Ya me tenéis por aquí más tarde que nunca; en realidad justa de tiempo.
Hoy era el día donde os tenía que mostrar las participaciones al concurso. En ella, tengo el agradecimiento de poder deciros que se lo han currado tres personitas, y las tres escriben fabulosamente... .
Va a ser muy difícil tomar una decisión, y por eso, os pediré que votéis la historia que más os guste.
Hoy era el día donde os tenía que mostrar las participaciones al concurso. En ella, tengo el agradecimiento de poder deciros que se lo han currado tres personitas, y las tres escriben fabulosamente... .
Va a ser muy difícil tomar una decisión, y por eso, os pediré que votéis la historia que más os guste.
EL
GNOMO DEL JARDÍN
En el
pequeño patio (al que nos gustaba llamar jardín) de la casa de mis abuelos, hay
un gnomo de esos tan típicos que adornan los jardines. Está allí desde tiempo
inmemorial, no sé de donde vino aunque creo que mi abuela lo recogió de la
basura, donde alguien lo había tirado para que pasase a mejor vida.
Yo lo recuerdo
desde que era niña y con el paso de los años fui testigo de los cambios
producidos en su indumentaria. En primer lugar su vestimenta original fue, chaquetilla
y gorro puntiagudo, ambos de un color rojo muy vivo y su pantalón de un tono
marrón oscuro. Tiene una barba blanca y rizada y en su boca una eterna pipa de
bambú. En su mano derecha lleva un farol, en el que se podía leer parte de una
palabra, a la que le faltaban las primeras letras y nunca supimos que quería
decir, "…cripté", siempre pensamos que debía ser lo que quedaba de la marca del fabricante. En
ese farolito, recuerdo que mi abuela solía meter un trozo de vela encendida y
quedaba bonito, sobre todo en las letárgicas noches mediterráneas de agosto.
Después, cada vez
que en casa de mis abuelos se pintaban las verjas de hierro y las cercas de
madera que rodeaban los parterres de flores a nuestro pequeño gnomo lo vestían
con el mismo color, supongo que para remediar los estragos del sol y que
de paso, quedara a juego con lo demás. Por otra parte, eran otros tiempos y no
se tiraba nada, en alguna ocasión por rebañar la lata de pintura al máximo,
nuestro amigo se había quedado con su ropa a medio pintar, hasta la próxima
ocasión.
Pasaron los años, los
nietos crecimos y abandonamos la vieja casa. Pasado un tiempo mi abuelo murió,
después mi abuela. Entre todos decidimos cerrar la casa hasta ver que se hacía
con ella y el pobre gnomo quedó allí solo y abandonado.
Hoy, después de muchos
años, decidí acercarme al pueblo para ver como seguía la vieja casa. Ya desde
lejos pude apreciar su decadencia: persianas rotas, el canalón que bordea el
tejado colgando de una esquina y la maleza y la mala yerba invadiéndolo todo y
por dentro todo cubierto por una gruesa capa de polvo, pero entre la maleza de
pronto distinguí algo rojo y brillante y cual sería mi sorpresa cuando al
acercarme pude ver al viejo gnomo mas reluciente que nunca, dándome la
bienvenida mientras me alumbraba el camino con su farol encendido, al que por
cierto, le faltaba la “p” de la antigua
palabra, ahora solo se podía leer
cri—té”
Por Julia L. Pomposo
___________
UN PASILLO EN PENUMBRA
Elena se encontraba demasiado cansada, había
tenido un día agotador en el despacho. El propietario de la empresa, señor
Marcel Bertran, había recibido a los directivos de unas empresas alemanas, los
cuales estaban muy interesados en la compra de alguna de sus empresas textiles,
que estaban a la cabecera en Cataluña. Aquella misma tarde, puso todos los
documentos en orden y a punto, pues el día siguiente se habían de iniciar las
negociaciones para la compra/venta de las industrias.
Mientras conducía, Elena pensaba en
su vida, vivía un buen momento, una vida
tranquila en todos los aspectos, tenía un trabajo bien remunerado, un bonito
piso en la Gran Vía y una relación con Roger un buen chico que trabajaba en unos
importantes laboratorios farmacéuticos y que en aquellos días estaba en Roma en
viaje de negocios.
Cuando llegó al parking del edificio y
se baja del coche, tiene la sensación de que hay alguna persona más. Mira para
todos lados pero no ve a nadie. Camina hacia la puerta del ascensor con rapidez
cuando escucha unos pasos a su espalda, gira la cabeza y ve un hombre con
abrigo y sombrero negro, al cual no puede verle la cara: El miedo se apodera de
ella y pulsa el botón del ascensor, pero antes de abrirse, el hombre le pone las
manos en la espalda y con gran violencia la empuja contra la pared. Elena grita
-¿Quién es usted?-¿Que quiere?-. No recibe ninguna respuesta, mientras el
hombre intenta manosearla, se defiende como puede pero él le golpea la cabeza
contra la pared y Elena comienza a perder el conocimiento. De pronto se escucha
el ruido de un coche. El desconocido huye dejándola en el suelo
semi-inconsciente, donde la encuentra su vecino y amigo de toda la vida, Marc- ¿Que
te ha pasado Elena?- - Alguien me ha atacado- ¿Pero quién? ¿Qué te ha hecho?--
No he visto nada, solo que llevaba abrigo y sombrero negro.- Marc le ayuda a
levantarse. – quiere llevarla al
hospital para que la mire un médico ¡puede ser grave!- pero no quiere, la
acompaña hasta casa. Una vez dentro ve que el golpe en la cabeza ha comenzado a
hincharse. Le lleva hielo envuelto en una toalla para ponerle y un antiinflamatorio
que toma en silencio–¡Ahora mismo llamo a la policía! - ¡No, no llames por
favor! Posiblemente era un ladrón y no harán nada.-– Estás muy alterada me
quedaré contigo hasta que te encuentres mejor. – Gracias-. Marc se dirige hasta
la cocina para preparar algo de cena, mientras tanto Elena se queda en el sofá.
Al cabo de una hora sale de la misma con una deliciosa cena, Elena no tiene
ganas de nada pero su amigo la obliga a
tomar algo. – Esta noche me quedaré contigo para vigilar el golpe que tienes en
la cabeza te puede producir algún mareo, puedo dormir en el sofá. – No Marc,
muchas gracias, el hielo me ha ido muy bien y estoy mejor. Ya has hecho mucho
por mí. Me meteré en la cama a ver si consigo dormir. – Como quieras, para
cualquier cosa, ya sabes que puedes llamarme.- Marc le da un abrazo y se marcha.
Por la mañana, se levanta con un gran
dolor de cabeza, pero aun así decide ir trabajar.
Hay mucho trabajo, se toma un analgésico y mientras se mira en el espejo ve que
tiene un gran morado en la frente ocasionado por el golpe, intenta disimularlo
con el maquillaje y dejando caer algunos mechones de cabello. Cuando llega al
trabajo, su jefe la llama para que tome nota de algunos encargos – Elena por
favor haga que envíen rosas rojas a las esposas de los señores Brahenh, Kholgen
y Bergenfh, se hospedan en el hotel Hilton. – ¿Alguna cosa más? - Sí, llame al teatro Capitol para reservar
entradas, mi esposa quiere ver la obra de Agatha Christie, (Cianuro espumoso).
Por cierto Elena, hace mala cara. ¿Se encuentra bien?- Sí gracias. Es que no he
dormido muy bien. No quiere que nadie sepa lo que le ha pasado. A las siete de la
tarde, el señor Bertran sale del despacho y dice –Me marcho a casa para recoger
a mi esposa. La obra de teatro comienza a las nueve. – Elena, vete tú también a
casa, así podrás descansar y recuperarte de la mala noche que has pasado. – De
acuerdo, gracias-.
Elena tenía miedo de llegar al parking y
piensa en llamar al Marc, su amigo para que baje a buscarla, pero Marc no
contesta. Cuando baja del coche, extrema las precauciones y no ve nada extraño.
Sale del ascensor y, en el preciso momento que pasa por delante de la puerta
del Marc, escucha los ladridos de Criptear, un pastor alemán que tiene su amigo,
se extraña mucho, ya que el perro nunca suele ladrar. En ese preciso momento se
apaga la luz. Se queda paralizada, el corazón le late aceleradamente, golpea la
puerta de Marc con fuerza, pero es en vano, el pasillo queda solamente
iluminado por las luces de emergencia que emiten una luz mortecina. Se acerca a
la puerta de su piso que está al lado y tantea para abrirla. De pronto, en el
otro lado del pasillo aparece el hombre del abrigo y sombrero negro. Un grito
de terror muere en su garganta incapaz
de producir sonido alguno. El hombre se aproxima a ella, pero con tan poca luz
es imposible verle la cara. Desesperada,
hace intento de abrir la puerta pero el hombre se lo impide de un golpe en la
mano, Elena se recupera un segundo y le da una patada que lo hace caer al suelo
(está en forma pues va tres veces en semana al gimnasio). Él la coge por un
tobillo y la hace caer, siente como las fuertes manos del hombre le rodean el
cuello con fuerza y comienza a sentir la asfixia de una muerte segura. Todo y así hace un
último esfuerzo y le clava un rodillazo en el estómago dejándolo sin
respiración, aprovecha la situación y rápidamente recupera las llaves y abre la
puerta, pasando los pestillos, Criptear continúa ladrando desesperadamente. Reflexiona
y piensa que, un ladrón no volvería otra vez. – ¡Aquel hombre podría ser un
maníaco-asesino. Será mejor que espere a Marc y que la acompañe a la policía.-
Va explotar en un llanto compulsivo,--¡no puedo más Dios mío!—Pasado mucho rato
se queda adormilada. Despierta sobresaltada, alguien llamaba al timbre, a
través de la mirilla ve que es su amigo—Hola Elena ¿Cómo va todo?- ¡Marc, por
fin has vuelto! – Comienza a llorar nuevamente- -¿Pero qué pasa, por qué
lloras?- Marc, el hombre de ayer me ha atacado de nuevo en el pasillo, tengo
mucho miedo- - ¡Que dices! Hemos de ir ahora mismo a la policía, esto no puede
continuar- - Ahora no, iremos mañana que estaré más tranquila-Te lo agradezco
mucho-. Marc, se queda con ella hasta que está más calmada.
Por la
mañana, Elena llama a su prometido y le relata de forma breve todo lo que había
pasado. Roger le dice que, inmediatamente cogerá el primer vuelo que salga para
Barcelona. Se prepara para ir al gimnasio, que lo tiene al lado de casa, así
después vuelve a casa para cambiarse y marchar a la oficina. Antes de marchar
habla con Marc y quedan de acuerdo para ir a la policía cuando ella salga del
trabajo. Elena pasaría por la tienda a recogerlo, Marc tiene su propia empresa,
especializada en trajes, camisas y sombreros de hombre hechos a medida.
Cuando
llega al gimnasio se encuentra con Rosa, la esposa del señor Bertran—¡buenos
días señora Bertran!- ¿Le agradó la obra de teatro?- ¡ay Elena! Con la ilusión
que me hacía ir a verla, pero me encontré mal con jaqueca y no pude ir, una
pena, mi marido quería quedarse haciéndome compañía, no quería dejarme sola pero
le insistí para que asistiera, a él le gusta el teatro-.
Nada más
llegar al despacho suena el interfono, es el señor Bertran, recoge el bloc de
notas y se dirige hacia allí, cuando abre la puerta, ve sobre la mesa unas
copas y botellas de cava- Buenos días señor Bertran- -Hola Elena, quiero que
brindemos por el fantástico negocio que hemos firmado y agradecerle su
colaboración, su conocimiento del alemán ha sido de gran importancia, pues ha servido
para facilitar mucho la negociación ya que los empresarios alemanes apenas
sabían el español. A Elena no le apetece beber nada, pero por cortesía acepta
una copa que le ofrece su jefe, este, se aproxima a ella y le pasa una mano por
la espalda de una manera muy insinuante. Está muy sorprendida por esta reacción de su jefe
intenta apartarse, “nunca el señor Bertran le había rozado un dedo”, siempre
había sido muy correcto, le resulta muy desagradable el contacto. Marcel es un
hombre de unos cincuenta años, muy atractivo pero siempre lo ha mirado como un
superior y nada mas.- Disculpe- dice mientras le quita la mano de la espalda.-
¿Te molesta?—le dice con los ojos inyectados en sangre posiblemente a causa del
alcohol. — ¡Estamos de celebración! –Le dice mientras hace la intención de
abrazarla, Elena lo rechaza.- ¡Ya es suficiente señor Bertran! No me esperaba
esta actitud de usted- Camina hacia la puerta sin girar la cabeza y cuando va
abrirla, escucha la voz de su jefe que dice…-- Elena tienes mucha suerte, la
próxima vez puede ser que no haya un vecino que llegue a tiempo, o que el
pasillo esté totalmente oscuro. ¡¡Vigila a cada momento!!!—Un escalofrío
recorre a Elena de pies a cabeza, se gira con los ojos casi fuera de las
órbitas mirando al señor Bertran, el cual tiene una mirada diabólica y una sonrisa siniestra en la boca.
Por Conchi Arcos
_____________
Amor verdadero
Siento lo de esta mañana. Siento haberte dejado así, sola en mi habitación. Siento haberte quitado la ropa sin miramientos y que mi madre me haya arrancado de tu lado, sin tiempo para despedidas.
Lo sé, lo sé, lo sé. Yo también estoy harta de este constante ir y venir, de que solo podamos querernos a la luz de la luna, de que mi familia no entienda que quiero estar contigo de noche y de día. A veces, solamente quiero perderme dentro de ti y no volver a pensar en el mañana, porque tú eres la única capaz de hacerme soñar.
Algo nace dentro de mí, un sentimiento que me consume, un fuego que me abrasa los huesos. Tengo tanto amor dentro de mí que necesito gritarlo a los cuatro vientos, pero al mismo tiempo, quiero guardarlo como un secreto oscuro. Y entonces, una chispa.
- Te quiero – cripteo dirigiéndome al vacío, mitad susurro, mitad grito.
Te necesito, necesito envolverme en tu calidez, sentir tu roce en mi piel y recorrer con las yemas de mis dedos cada una de tus arrugas. Lo único que me consuela es saber que cuando vuelva esta noche y me acerque a ti en la oscuridad, estarás allí, esperando por mí.
Pase lo que pase, recuerda que siempre serás lo último que vea antes de dormir y lo primer al despertar, literalmente.
- Te quiero, cama.
Por Laura Coll
¡Y éstas son nuestras artistas! Espero vuestras votaciones, pero agradecería que no lo hicieseis por comentario (aunque no está de más que me digáis lo que os parecen). Quiero que votéis desde el formulario de contacto que tengo en una de las esquinitas del blog, porque así es más privado y luego la sorpresa será mucho más grande.
¡El 10 de Junio tendremos a nuestras ganadoras!
Hola, guapa!
ResponderEliminarSiento lo que me has contado, vaya, espero que pronto salga algo.
Hoy no tengo tiempo de leer tres relatos, en realidad tengo mucho curro últimamente. A ver si el finde me da tiempo.
Besos, guapa.
¡No te preocupes bonica! Creo que hasta el 10 da tiempo, por algo he puesto esa fechecita.
EliminarMuchos besos amor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHala, ya he votado, jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarHola! Los tres relatos me han gustado mucho, aunque tengo mi favorito y ya he votado, jejeje. Mucha suerte a las tres personas!!
ResponderEliminarBesos!
Ufffff, está la cosa muy igualada, peronhabrá que decantarse por uno....
ResponderEliminarGracias por dejarnos participar, con nuestros votos, en este concurso. Besos
Acabo descubrir tu blog por casualidad y aquí me tendrás a diario si es posible, me ha encantado . En cuanto a los relatos los tres son maravillosos pero ya tengo mi voto. Saludos ... http://www.pperlenoirstyle.com
ResponderEliminarBuen blog. Volveré después del concurso.
ResponderEliminarMe queda por leer la más extensa, volveré con tiempo para hacerlo. Por ahora te dejo dulces besos Ainoa.
ResponderEliminarvOTADO!
ResponderEliminarHola, gracias por los relatos, cuando tenga un poco más de tiempo los leeré tranquilamente. Un beso.
ResponderEliminarNo sé si llegué a votar! pero me quedo con el gnomo y el jardín!!! Eso sí, muchas felicidades a las tres de antemano!!
ResponderEliminarBesos rojos por doquier!!!