Un grito se ahoga en su mente, dice un basta hueco. Sus manos tiemblan, pero no deja sus quehaceres a pesar de ello, debe de comer algo. Se obliga a no dejarse, es una obligación tratar de estar sana y fuerte. La presión de su pecho, nuevamente la tortura asfixiandola, y su vista se empapa de una niebla mojada.
Su madre le grita, una y otra vez palabras de destierro. Son como agujas afirmantes esos vocablos, envenenando toda oportunidad de una reconciliación, agujas que, confirman todas las verdades a sus mentiras. Abandonandola a su suerte y con desprecio. Todos esos alfileres hacen que abra los ojos con brutalidad, y su pecho se desgarra porque no hay ninguna excusa para engañarse nuevamente, y asà pensar que su madre la quiere.
Y entonces, por un segundo piensa que, si su madre no la quiere, ¿por qué lo iban a hacer otras personas?
Texto: Ainoa RodrÃguez Bravo
''Y aquellos que buscan conocerme, aprende que tu búsqueda y deseos no serán alcanzados, a menos que sepas el misterio: si aquello que buscas, no lo encuentras dentro de ti, no lo encontrarás fuera.
Porque he estado dentro de ti desde el principio, y me encontrarás al fin del deseo.''

Los derechos de escritura junto con algunos dibujos son de Ainoa RodrÃguez Bravo. Hidden Words. Con la tecnologÃa de Blogger.

Lista para comenzar a leerte de nuevo!
ResponderEliminarEs muy fuerte. Seguiré leyéndote como siempre :)
ResponderEliminar