El aire que está tan encerrada entre estas cuatro paredes como yo, me acompaña, y es ahí entonces cuando enciendo una llama, una luz que desciende, que se apaga manteniendo una pequeña brasa ardiendo, meciéndome con su aroma a incienso. A su paso, deja su pasado, su ceniza, sin dejar de quemarse.
Acaricio mi cansancio, mi alma, mi pentáculo en forma de lunares situado en el lado izquierdo de mi estómago. Y es ahí cuando me encuentro, cuando sé que a quién pertenezco es a mí misma y a la naturaleza, es ahí cuando lloro con ella por lo que le hacen, y me hacen. Ahí es cuando me llama para abrazarla, porque ama demasiado, y necesita tanto amor como seguridad. Y ella, es mi razón, el motivo por el que viviría, moriría y renacería de nuevo.
Quiero dormir junto a ella, sentirla bajo mis pies, darle todo lo que soy y agradecer que me quiera por encima de todos mis fallos.
Texto escrito por: Ainoa Rodríguez Bravo
como siempre un gran texto lleno de profundidad
ResponderEliminarNEW OUTFIT IN THE BLOG : COMFY AFTERNOON
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Tiernísima...
ResponderEliminarTanto sin hablarnos, a ver si retomamos esos mails.
ResponderEliminarPor lo pronto, veo que no has dejado de escribir tan lindo :)