A los 21.

Mirad esas miradas vencidas, las que crean historias violentas.
Lo que el mundo mueve, harĂ¡ de mi cabeza llamas hasta que la muerte me halle o no, un momento, ¿de verdad morirĂ©? Puede que sĂ³lo sea el cuerpo quiĂ©n sea castigado, pero los recuerdos todavĂ­a son mĂ­os.

O al menos, la Ăºltima vez que expirĂ© sigue en mi memoria y en Ă©ste cuerpo, ¿volverĂ¡ a suceder?
¿CuĂ¡ntas son las veces que habrĂ© tenido cumpleaños secretos temiendo crecer?
Tengo inquietudes, y es posible que los demĂ¡s no los tengan, aunque, el Ăºnico motivo por el que todavĂ­a no he ido al psiquiatra debido a mis parĂ¡lisis de sueño, es porque creo que no soy la Ăºnica en tenerlos.

Durante mi crecimiento, han narrado mi destino con cortas palabras, y a medida que me acerco a la edad mencionada estoy mĂ¡s cerca de ese misterio que guardaban detrĂ¡s de esas sonrisas, fueron como guĂ­as.

Se trata de una verdad delicada, un capĂ­tulo, real o no, puede que no la creas asĂ­ que, nunca lo sabrĂ¡s.

Vivamos y que pase lo que tenga que pasar.


Texto u historia por: Ainoa RodrĂ­guez Bravo

Noa

2 comentarios:

  1. estoy totalmente de acuerdo cn este texto

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  2. Y un dĂ­a volviste a escribir :)

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