La cima.

Cuando existe un enredo de inquietudes, me irrita sentirme tan quieta. Todo es tan invariable... .

Es como si los individuos, avanzasen en trapos y se tabiquen por pensar un momento; si es que quieren pasar de ese segundo.

Ya no me sorprende tener que decir, que no me altera la mojigatería y santurronería. Ya he desgastado mi mente, con indagar por un cambio y a veces, se llega a la desesperación cuando se acierta, porque más tarde te reencuentras con un paso dado.

Aire insuficiente, y no es por tanta calor. Tampoco me hierve la sangre por ello, pero, es increíble ver cómo algunas personas se ceban por lo ojos, de mirar tu vida; y lo fácil que en realidad es, borrar toda importancia con un ''clic''.

Por supuesto que más tarde siento esa presión en mi pecho, la que me angustia y avisa de que cada vez dí más a quién no debí. Tanto dí sin deber hacerlo, tanto dan, sin recibir.

No me quejaré por esa privación de agradecimiento, por esas palabras que te sueltan con un intento de dejarte en evidencia; para nada. ¿Por cada intento, te crece el pelo un centímetro?.

Y quién quiere quejarse de quién araña. Al final, estarás ahí para ver también cómo tropieza con la piedra en la que tú caíste. Quién quiere quejarse de esas piedrecitas, que se clavan en el pie. Total, se seguirá pasando por encima de éstas, ya sean pequeñas, medianas o de tamaños grandes, con picos o sin ellos. A la considerable, normalmente cuesta darle una patada y no se le puede perder de vista con gracia.

Pero tú sigue caminando... cuánto más se avance, antes alcanzarás un gran montaña. Y será difícil de escalar, sí, te entrará el pánico por si caes, pero recuerda todos esos guijarros que han hecho de ti alguien tenaz. La montaña, si das energía y mantienes tu seguridad, poco a poco dejará desnudos unos huecos que te pueden ayudar, dándote un hogar de apoyo. Luego, si eres firme y aguantas la presión de la gravedad, puede que alcances la cima y esas piedras, no sean nada más que un suelo tan liso, como el tiempo.

Fotografía y texto: Ainoa Rodríguez Bravo.