Pide un deseo.

Temperatura cálida y cómoda. Día genial. Cumpleaños perfecto y completo. Y mi mejor regalo apareció; un deseo cumplido.

10 meses nada más y nada menos que esperando verte, y justamente ayer 10, te ví en cuanto lo deseé. ¿Será verdad pues que en los cumpleaños se cumplirán tus deseos?.

Iba caminando, cabizbaja, cogida de la mano de mi tía. Los rayos del sol me acariciaban, estavan haciendo tal cosa durante todo el día y eso me encantaba.

- Solo me falta ver a mi hermana para sentirme bien -. Le dije totalmente melancólica. Ya me estaba imaginando a mi hermana sonreir, pidiéndome un beso, llamándome todo el tiempo para jugar.

- Pues ale, corre, que está ahí -.

- ¿Qué? -.

Mi tía suelta mi mano para señalar el parque.

- Que tu madre está ahí, con tu hermana -.

- ¿Dónde? ¡DÓNDE! -. Salí corriendo en el interior del parque buscándola. De la misma desesperación, no la encontraba. Mis pálpitos se aceleraban; tal vez, aunque esté y me acerque, ella puede que me rechace. Me invadió el miedo, pero ¿sabes que le dije al miedo?, que no me importa.

- ¿Dónde está? -. Le pregunté desde lejos. Ella sonreía.

De momento, la ví, ví a mi hermana corriendo con mi madre tras ella. De tan solo escuchar sus carcajadas insulté al miedo con la mente, echándole con frialdad.

- ¡Mamá! -.

Y no me hizo falta soplar 18 velas para que ese deseo se cumpliese.

Gracias.