Lo que dejas atrás, más tarde te alcanza.

- Este jodido mundo no funciona como toca.

- Y qué, yo giro al revés del mundo.

- ¿Y no te cuesta caminar a contracorriente?.

- Si no me costase caminar a contracorriente, no estaría siempre cabreado y hasta arriba de mierda, ¿no crees?.

- No creo, lo se. Es solo que a veces tengo la sensación de que tú ganas a todo aquello que me ganaba a mí.

- Porque tú aún no has decidido hacer ese cambio que separa la linea de tu yo pasado del yo presente. Cuando estés dispuesta a hacerlo, sabrás de lo que hablo.

- ¿Crees que no se de lo que hablas?.

- Demuéstralo y cruza la linea. Haz que tiemblen todos.

- ¿Me desafías?.

- Seh.

- Eso significaría hacer daño con tus palabras; un escudo, decir todo lo contrario a lo que dirías. Eso significaría, tener un nudo en la garganta cada vez que alguien te pregunte ''¿Realmente eres así?'' y tú contestes ''Sí''.

Eso quiere decir que no dejarás que el amor se cruce por tu camino, lo que significaría que pondrías cara de asco, aunque en verdad sientas algo.
Puede que me beneficie en un aspecto; ya que cuando no demuestras, los demás lo dan todo para sorprenderte. Pero también, siempre habrá una pequeña contradicción dentro de tí y ese será tu punto débil, la conciencia se aprovechará de ello por las noches.

Y ahí es cuando esa contracorriente te va ganando poco a poco, y tú te niegas tanto a perder que terminas cambiando de verdad; aunque luego de des asco a tí mismo/a.

No se si aceptarlo, no se si quiero dejar de demostrar lo que siento, pues esa la mayor prueba de amor y confianza que se puede dar. Puedo ganar si dejo de hacerlo, supongo que recibiré más, pero, el equilibrio no consiste en que para recibir el otro no deba de recibir también.

- Entonces entiendes lo duro que es vivir a contracorriente del mundo. Ahora sabes cómo me siento.

- Sí, pero de qué sirve que yo sepa como te sientes, no puedo hacer nada, ¿verdad?.

- Nadie puede hacer nada. Y tampoco me interesa que nadie haga nada, así que simplemente hay que saber convivir con ello sin acabar jodido de la cabeza.

- Suerte entonces.

Si piensas que así a la vida le ganas, siento la decepción; pero se está riendo de ti.

Ah, y no acepto el desafío. Prefiero reírme en la cara de vuestras apariencias, porque así no es como se demuestra la valentía. Y si quieres que te mienta; no, no siento nada de esto. Solo tengo miedo a decirte la verdad de lo que pienso de ti, porque no me gusta como eres, y aun así confieso que me ayudas en varios momentos. Duda mucho que me guste lo que provocó repulsión en mí misma. Sigue con tu teoría de engañar al mundo, pero a mi no me engañas; si fueses ''malo'' no me hubieses abrazado.